¿Para eso usamos la tecnología?

La utilizamos más de lo que pensamos o creemos. Poco a poco, en lo individual y lo colectivo, nos ha hecho la vida más fácil. Sin embargo, la tecnología también es más compleja de lo que vemos. Nos hace falta exprimirla, verla desde otra perspectiva. Las consecuencias están a la vuelta de la esquina, hagamos que sean favorables para elevar el nivel de ciudadanía y de entendimiento de los asuntos públicos.

***

Ayer mi padre me comentó: La aseguradora por fin te hizo caso, ya se puede pagar la póliza desde su página, pero siguen las transferencias y los pagos en sucursales se reanudarán pronto. Se tardaron, le respondí. Continuó: Ya hice el pago y sí fue muy fácil, sin salir de casa. ¡Hola tecnología!.

Como la historia anterior, cada vez es más común escuchar a alguien preguntar si hay alguna aplicación que haga tal o cual cosa, y en caso que no exista, el espíritu emprendedor se apodera de esa idea. Pero ¿La tecnología sólo sirve para hacernos la vida más fácil en la cotidianidad y parecernos a los Supersónicos? No.

Por ahí debe de andar un post que confirme que en la vida diaria solo usamos un tanto -mínimo porcentaje- de nuestro cerebro. Lo mismo pienso sobre el uso de la tecnología. Abordemos el punto , en esta ocasión desde la perspectiva ciudadana.

La tecnología da para más

Desde la clase de “Ciudadanía y Democracia” en el TEC de Monterrey, cada semestre se inicia haciendo una breve encuesta a una pequeña cantidad de personas. Entre otras preguntas están ¿Cuál es su Distrito Local? ¿Cómo se llama su diputada o diputado federal?. Las respuestas siempre son: para la primera el número que el Instituto Nacional Electoral (INE) le tiene asignado al municipio, pues de manera rápida se busca el dato en la credencial. Para la segunda, siempre salen nombres que, o ya no están en esos cargos o que nunca estuvieron, pero se nota que la mercadotecnia hizo su trabajo.

Un segundo ejercicio es preguntarles - casi a manera de reto- que identifiquen los nombres de quienes las y los representan. Se inicia el modo rally, pues sí, en las páginas de los congresos, aparecen nombres, fotos y… distritos ¿Y cuál es mi distrito? Entonces, acaban hasta descargando mapas de la ciudad o buscando en listas interminables de numeritos (secciones) y de ahí regresar a las páginas de los congresos y por fin, dar con la persona.

¿En verdad? ¿Todo ese camino?. Haga la prueba y escriba en el buscador de google ¿Cuál es mi distrito local? Le van a salir mapas y listas de secciones. Esto aplica para México.

Por otro lado, cada que inicia la clase se abre el micrófono -¡Hola, Zoom! Gracias por salvarnos las clases- y alguna o algún alumno comparte la noticia de asuntos públicos que le parezca más relevante, la mayoría de las veces acabamos hablando de algún proceso legislativo, una o un representante o alguien con cargo público ya sea por escándalo o porque su actuar dio de qué hablar. ¿Cómo te enteraste de la noticia? Vi un post, me llegó la notificación a mi celular. Algo no cuadra.

Que bien y aplaudo el acceso a las noticias, pero ¿de qué nos sirven?, si no entendemos quiénes nos representan, para qué nos representan y qué hacen representándonos. Pero aún si nos interesamos, debemos comenzar por un mapa o una lista enorme.

La tecnología da para más, entendamos lo público

Analicemos un día normal en nuestras vidas (seleccione o agregue con las que Usted se identifique): el trabajo, la salud, la familia, la pareja o el ligue, las amistades, un libro al mes, el ejercicio, pagar la tarjeta o la póliza, la meditación, redes sociales, la comida saludable, las noticias. Y todavía si quiero entender lo público, o cómo funciona el gobierno -acá las consecuencias negativas-, me dices que debo andar de página en página, pero eso sí bien informada o informado. ¡Te lo agradezco pero no!, ¡Que flojera la política!, ¡Todo mal!, ¡Que alguien nos ayude!. La tecnología podría ser ese “alguien”.

Si la tecnología nos hace la vida un poco más fácil para trasladarnos de un punto a otro, para pedir algún servicio a domicilio, para reconocer una canción, -acá las consecuencias positivas- ¿Por qué retrasar algunas acciones? ¿Por qué no la explotamos más en el entendimiento de lo público? ¿Por qué no las instituciones gubernamentales y actores políticos la utilizan para mejorar la relación con la ciudadanía? ¿Para elevar el nivel de la democracia? No se trata de sólo hacer TikToks o subir videos a Instagram -”para conectar con la gente”, ni tampoco de esparcir noticias falsas o sin comprenderlas vía redes sociales, va más allá. La tecnología da para más.

***

Este artículo tiene la misión de hacer preguntas incómodas e incorrectas, los ¿Por qué? anteriores. Puentech tiene la misión de explicar el cómo hacerlo de manera positiva. Vamos analizando la tecnología desde diferentes puntos. Si ya nos hace la vida un poco más fácil, aprovechémosla para mejorar relaciones, incrementar niveles de confianza entre ciudadanía y gobierno. Las herramientas ya existen, usémoslas.

Este artículo fue escrito por:

Carlos Torres, Consultor de Innovación Pública.

Licenciado en Desarrollo Regional y Maestro en Administración Pública y Políticas Públicas. Actualmente trabaja temas de innovación pública y social en lo local, es Profesor de “Ciudadanía y Democracia” en el TEC de Monterrey Campus León y forma parte de la comunidad Global Shapers, iniciativa del Foro Económico Mundial.