¿Por qué tenemos que hablar de Género y Tecnología?

Por casos como el de Brenda de la Mora, quien denunció que un chofer de la plataforma UBER intentó secuestrarla. Por Mitzi, quien el 18 de agosto de 2019, fue asesinada por el chofer de UBER que tomó. Está igual el caso de Mara Castilla, quien fue asesinada por un conductor de Cabify en Puebla, en 2017. O de Miriam Katerin Aguilar, quien en 2018 fue asesinada tras tomar un Uber en Sinaloa.

El caso UBER con mirada de género

¿Por qué hablar de Género y Tecnología? Porque, en el caso de Uber, no se puede separar la realidad de los países donde opera de los servicios de su plataforma. Tanto lo saben, que UBER, así como Didi fueron patrocinadores del 15° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2018. Podemos ver, que las mujeres son la mayoría de internautas mexicanas, que la mayoría de ellas se conecta a través de un Smartphone (92%), y que un 41% de las usuarias utilizan el internet para solicitar transporte. De hecho, esta razón tiene un porcentaje mayor de uso que la búsqueda de empleo (26%), los trámites con el gobierno (31%), y el porno (19%).

En esta encuesta cuando se habla de porque utilizar transporte en línea la mayor razón para elegir utilizar el transporte en línea es que “es más seguro para mí” (57%) y la razón más común para no utilizarlo es porque “prefiero utilizar mi vehículo” (48%).

Al integrar el análisis de género a la tecnología, podemos darle una visión integral al análisis de datos. Con el análisis de género, podríamos saber que a pesar de que, a nivel mundial, las mujeres son las principales compradoras de autos (52%), son también las principales usuarias de transporte público. Y es que para nosotras la elección de transporte y movilidad es un tema intrínsecamente ligado a la seguridad personal y al acceso a recursos. Es decir: las mujeres somos el público usuario natural de servicios como UBER en México.

En ese sentido, la principal pregunta que se debió interrogar la compañía tanto en el diseño de su plataforma, como de sus políticas de atención es: ¿esto hace sentir a nuestras usuarias más seguras?

Ahora, habría que saber otro nombre cuando hablamos de Uber: Susan Fowler. La ingeniera de software denunció un ambiente misógino y prácticas discriminatorias en la compañía. Esto llevó a que el Fiscal General de Estados Unidos llevara a cabo una investigación dentro de la Compañía en materia de discriminación, que incluso terminaría con la dimisión de su CEO, en ese momento.

¿Por qué hablar de Género y Tecnología?

Porque no hacerlo nos lleva a decisiones erróneas donde no entendemos nuestra base de personas usuarias e incluso, que producto o servicio estamos realmente creando. Un gran motivo de la elección de las usuarias para usar plataformas como Uber fue la percepción de ser más seguras que la alternativa, taxis y transporte urbano. Pero al no tomar en cuenta las herramientas de análisis de género, Uber fue incapaz de “leer su situación”, y saber que esta seguridad necesitaba tener una dimensión de género: protocolos en temas de acoso y violencia sexual, y una comunicación clara con su base de usuarias.

Estos problemas se incrementan cuando la propia compañía no tiene diversidad dentro de las personas que toman las decisiones. Otro gran ejemplo: no es la compañía la que decide qué producto o servicio proporciona, son nuestras usuarias y usuarios. El auge y transformación de la telefonía es un ejemplo de esto: si bien cuando se patenta el teléfono, el público objetivo señalado fueron hombres de negocios, fue la utilización del teléfono por las mujeres como un mecanismo para mantener relaciones sociales que han ido transformando el teléfono hasta una herramienta social, y en cierta manera, transformando los negocios en una esfera social. Debemos adaptarnos a las necesidades de nuestra base de usuarios, y para esto debemos tener claro quienes son nuestra base.

Diseñar tecnologías con las usuarias en el centro es importante para que realmente puedan ser herramientas que sean de utilidad y que a su vez no representen un peligro o un daño más que una ayuda. Así también pensar en políticas que regulen esto permite que se respeten los derechos y se priorice la seguridad y las diferentes necesidades.

Por eso tenemos que hablar de Género y Tecnología.

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Este artículo fue escrito por:

Tatiana Telles, Directora de Género y Tecnología.

Estudió la Licenciatura en Relaciones Internacionales en el ITAM, con especialidad en Estudios de la Integración Europea, cuenta con Posgrados en Políticas Públicas y Género por la FLACSO-México, y en Estudios Sociales de Género en la Universidad de Lund.